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Alicante CF, Decano de la ciudad

La rampa de enero

Se dice que enero es el mes donde a todos nos cuesta volver a la rutina habitual. Normalmente, con los bolsillos del revés, lo que aún complica más el asunto. Pero para el Alicante CF, el club decano de la ciudad, el primer mes del año que estrenaremos en pocas horas se ha convertido en el examen final para determinar si este equipo, aparte de las matemáticas, tiene opciones reales de salvar la categoría. Un mes que no ha de suponer una cuesta, sino una rampa de lanzamiento hacia los puestos no rojos del teletexto.

La permanencia en Segunda se suele cifrar en cincuenta puntos. Una cantidad que, normalmente y salvo carambolas con las diferencias de goles particulares, permite repetir plato en Segunda, al menos en lo deportivo. En cada vuelta habría que conseguir alrededor de veinticinco puntos y nuestro equipo, a falta de estos cuatro partidos para acabar la ida, tiene nueve puntos en su casillero. Echando cuentas, con una decena de puntos al terminar la jornada 21, el Alicante debería obtener cuarenta en la segunda parte de la liga. Es decir, matemáticamente posible, pero casi irrealizable en la práctica.

Por lo tanto, cobra especial importancia lo que suceda en este mes de enero. Cuatro partidos de liga, tres de ellos en el Rico Pérez (uno como visitante ante el Hércules), y a domicilio en casa del colista Sevilla Atlético. Con los últimos cambios en el club, parece que la estabilidad ya está garantizada hasta el final de la campaña, pase lo que pase. Así que todo el mundo debería estar centrado en lo que suceda a partir de este sábado, porque obtener 10 ó 12 puntos en este mes, daría todas las opciones del mundo al Alicante, cosa que hasta el momento parece poco menos que una utopía.

Bien pensado, es factible. Lo difícil del tema es romper la dinámica perdedora, pero eso sólo se consigue obteniendo un triunfo. Los rivales son de nuestra liga, con situaciones parecidas a la nuestra, y el derbi ha de sacar lo mejor de este equipo para poder dar la cara y salir reforzado moralmente, como sucediera, a la inversa, en el último derbi ciudadano de 2005.

El club también está a la espera de la respuesta del equipo en estos próximos 31 días. Si el Alicante da señales de vida, echará toda la carne en el asador de aquí a junio. Si no es así, lamentablemente la temporada estará virtualmente perdida.

Confiaremos en la reacción y, en la medida de lo posible, ayudaremos a que se haga realidad.

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