Rigor

Leer que un equipo que ha perdido 4-1 en realidad ha merecido algo así como el empate, denota una falta de rigor importante. El otro día el Decano venció al Tháder por ese tanteador y tuvo que ver cómo alguna crónica interpretaba de manera extraña lo que pudo suceder en el terreno de juego. El Alicante ha tenido que convivir con tratos de esa guisa durante gran parte de su historia. El problema es cuando no se ha luchado por cambiar ese comportamiento lacerante. Por eso veo muy acertado que en las redes sociales el club haya puesto los puntos sobre las íes.

Lo que sí gustaría más es que la exigencia de rigor empezase por uno mismo. Fue en la página oficial del club, hace ahora dos años (con otra directiva), cuando una crónica traspasó todos los límites de la parcialidad y el decoro. "El Alicante puso el juego, el Levante B los goles". Más o menos ése fue el titular. El resultado del partido fue Levante B 6 Alicante 0. Si eso pretendía ser una edulcoración, quedó bastante grotesca.

Lo que sí atañe a esta directiva es la falta de rigor en el relato de la historia de la página web oficial. En ese lugar no aparecen citados ni Jaime Bagur (el presidente que arriesgó su patrimonio personal por darle al club el Estadio Alicante CF), ni Amaro González (el mandatario más exitoso de la institución), ni tantos otros, cuando sí aparece "destacado" el presidente que hubo entre el 92 y el 95. El rigor histórico brilla por su ausencia y no entiendo cómo hay tanta memoria para acordarse de unos y tanta amnesia para recordar con honores a los que de verdad engrandecieron la institución. Es incomprensible.

Tampoco es comportarse con rigor decir que el Alicante recupera su identidad decolorando su camiseta. El que no se sepa la historia de este equipo, que empiece a verla y leerla. El Alicante empezó de rojo y cambió su atuendo para parecerse a la bandera de la ciudad. Al principio, celeste y, con el tiempo, AZUL MARINO, que es el color que MAYORITARIAMENTE ha vestido el Alicante y, desde luego, ha sido el color con el que se han identificado sus aficionados en los últimos quince años, momento en el que más camisetas del equipo se han visto por la ciudad, más bufandas que nunca, etc. Las tentaciones celestes, puntuales y muy señaladas, son la excepción al azul marino, el del Alicante y el de nuestra ciudad. Lo de este año es otra excepción y, más grave, un alejamiento brutal de los símbolos, del club y de la ciudad.