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Alicante CF, Decano de la ciudad

Análisis de la primera vuelta: me faltan diez.

Concluida la primera vuelta de esta liga 2008/09 en la Segunda División A, el balance del Alicante es claro: faltan diez puntos en su casillero.

Se puede decir que este equipo levantó unas expectativas que poco o nada se han cumplido. Todos convenimos en su momento que esta plantilla estaba bien armada para afrontar el retorno a la categoría de plata, pero en el día a día se ha mostrado muy inferior a la gran mayoría de rivales, por no decir a la totalidad. El escalón más abajo en el que se encuentra sumido el Decano tiene su origen, para la opinión de unos cuantos, en el aspecto físico del equipo. Durante los encuentros no da la impresión de que este Alicante albergue el mismo empuje, ritmo o velocidad que los contrincantes y la única causa que pueda explicar cómo un colectivo de más de veinticinco jugadores no "tira" es una planificación deficiente de la temporada. No se sabe si estos mimbres dan para mucho más en el plano físico dado que la media de edad es bastante alta, quizá la confección de la plantilla no haya sido compensada teniendo en cuenta la dureza de la categoría, pero a buen seguro que los que hay, algo más pueden dar. Este problema lo ha acusado mucho el equipo y de él derivan errores graves, como son la gran cantidad de goles encajados, la pobre respuesta ante los golpes del rival, la incapacidad para revertir partidos complicados aun cuando el oponente se queda en inferioridad, escasez de llegadas, dificultad para salir de la presión de la delantera rival... en definitiva, un cúmulo de carencias y fallos que se han visto en casi todos los partidos y que han propiciado las doce derrotas y alguno de los seis empates cosechados.

Con este panorama, no es raro pensar que el aspecto mental no ha ido mucho mejor. Trece jornadas sin ganar matan al más vivo y partido a partido empeora la cosa en vez de mejorar. Por si fuera poco, la situación institucional no ha ayudado en nada, más bien al contrario. De los problemas de toda índole destaca la terrible guillotina aplicada sobre el inquilino de turno del banquillo. Demasiados golpes de timón en apenas diez jornadas que, si bien alguno tendría justificación por los resultados, en la visión de conjunto ha quedado como un auténtico disparate poco explicado. Así era difícil rendir cuentas a una plantilla que cada día se encontraba con un nuevo comandante de la nave.

Como se ve, la cosa no ha rodado nada bien. Es más, podría decirse que todo ha salido al revés. Pocas alegrías en la primera vuelta, si acaso los tres triunfos, en especial el primero contra el Éibar y la victoria en el derbi ciudadano. Por lo demás, se echan de menos alrededor de diez puntos para estar en la lucha con plenas garantías. Los quince obtenidos, si bien no sentencian del todo, sí dejan al equipo con pocas probabilidades de permanencia. No es una cuestión de creer o no creer, sino de atenerse a la realidad matemática que dice que la salvación se cifra en 50 puntos, guarismo arriba o abajo. Por lo tanto, faltarían aproximadamente 35 para llegar al medio centenar. Una empresa que se antoja harto complicada pero mientras haya opciones, habrá que apurarlas.

A continuación, un análisis individual de la plantilla y cuerpo técnico en esta primera vuelta, puntuados del uno al cuatro y con su consiguiente justificación:

 

Unanua: 1. Ni de lejos está siendo la temporada del navarro. No es el de las grandes paradas, ni el jefe de la defensa, ni tampoco está imprimiendo carácter al equipo. Ha encajado demasiados goles y eso para un portero es tan malo como la ausencia de tantos para un delantero.

 

Queco Piña: 2. Poco se le ha visto, tan sólo dos partidos oficiales y cuatro tantos encajados. Pero tras la visión de los partidos, en todos ellos tuvo que capear un gran temporal por parte del rival, con paradas de mérito y en general actuaciones que hacen llamar a la puerta de la titularidad.

 

Ricardo Molina: (sc). Tan sólo el partido de Copa ante el Celta, recordado por el gol vigués en el que Ricardo pudo hacer mucho más aunque su actuación durante el encuentro no fue mala. Ha causado baja.

 

David Malo: 2. No ha tenido la continuidad que todo jugador desea pero en el tiempo que ha estado en el campo ha demostrado cosas interesantes en el aspecto ofensivo, no tantas en el defensivo.

 

Urbano: 2. Ha jugado un tercio de los partidos y su presencia ha sido discreta. Destacar cierta contundencia, algo no muy habitual en la zaga alicantina.

 

Blanco: 1. Se esperaba mucho más del lateral andaluz. Tiene hechuras de jugador de Segunda, pero ha dejado escapar su calidad en contadas ocasiones y ha tenido una mala racha de errores consecutivos que le han sacado del once.

 

Catalá: 2. De menos a más, como el año pasado. Comenzó la temporada de manera mediocre pero poco a poco se ha ido afianzando y ha tapado sus fallos con buenas presencias en la zona atacante.

 

Germán: 1. Aparte de sus dos goles, su actuación defensiva no ha estado a la altura de la campaña del ascenso o la anterior. Se echa de menos su rapidez al cruce y su aceptable salida de balón.

 

Ricardo Cavas: 2. Ha sido utilizado fuera de su ubicación natural, pasando a ser central en vez de lateral. Ha cumplido con aciertos y errores, pero teniendo en cuenta sus características, no ha sido de los menos destacados.

 

Rubiales: 2. Apuntaba para llevarse de calle el puesto, con alardes físicos notables. Pero poco a poco se ha ido apagando su chispa y los problemas externos al juego le están pasando factura.

 

Castells: 2. Le costó arrancar y coger el mando de la defensa en cuanto a contundencia se refiere. Poco a poco se va afianzando como dominador del juego aéreo. Ha abusado, o le han hecho abusar, del balón largo no siempre bien dirigido.

 

Tito: 1. Quizá haya notado en demasía el salto de categoría. Su enfrentamiento con pivotes físicamente superiores le han privado de tomar el mando en los partidos con comodidad.

 

Alán: 3. Su inicio de campaña auguraba buen año para el gerundense. Mejoró en su técnica y se adaptó perfectamente al ritmo de la categoría. Una lesión le ha impedido adueñarse del medio centro del Decano.

 

Azkoitia: 3. Goles son amores y el bilbaíno ya ha firmado cinco, más que en cualquiera de sus dos campañas en Segunda B con el Alicante. Ha jugado en múltiples posiciones y en todas cumple con garra y saber hacer. Le han perdido un poco los nervios, como en otras ocasiones.

 

Ismael: 3. A pesar de las críticas, sabiendo que aún puede dar más de sí, ha demostrado ser un jugador diferente y absolutamente necesario para dar vitalidad al juego de ataque. Buenos pases de gol y capacidad para echarse al equipo a la espalda. Ha fallado sobre todo en la finalización de jugadas ya que acostumbra a marcar goles y sólo lleva uno, de penalti.

 

Álvaro: 1. Testimonial presencia la del canterano. No ha contado con ninguno de los técnicos aunque en sus escasas intervenciones ha intentado practicar su fútbol de desborde, logrando su cometido en pequeña proporción.

 

Fernando: 1. Su acumulación de minutos se está dando en los últimos encuentros ya que había sido relegado a la grada por sistema. Está mostrando buenas maneras en los partidos como titular, no ha perdido chispa ni la capacidad de trabajo ganada el año pasado, pero todavía no se le pueden otorgar excesivos méritos.

 

Luis Gil: 1. Parecía que su vuelta a Segunda mostraría la mejor cara del valenciano, dado que los campos son más grandes y mejores. Pero desgraciadamente no ha aprovechado sus minutos para destacar y adueñarse de la banda izquierda. Quizá le falta confianza para desbordar y centrar, algo que ya ha mostrado estar capacitado para hacer.

 

Torrecilla: 2. Partía como cuarto pivote y actualmente ostenta la titularidad. No es un futbolista que destaque por su vistosidad pero aporta grandes dosis de trabajo en la sombra.

 

Abel Buades: 2. Cuando ha estado centrado, ha mostrado que está un punto por encima de sus compañeros en el puesto. Desafortunadamente, lo extradeportivo ha primado en exceso y actualmente tiene un pie fuera de la plantilla del Alicante.

 

Francisco: 2. Dos goles con muy pocas ocasiones dan cierta esperanza cara a la segunda vuelta. No ha sacado a relucir toda su calidad como media punta pero sí ha compensado en cierta manera con buenos remates típicos de punta nato.

 

Rafa Jordá: 2. Lesiones de todos los tipos y colores están impidiendo ver al catalán en dos ocasiones consecutivas. Su presencia en el campo ha aportado todo lo que un delantero centro ha de mostrar: saber jugar de espaldas al arco y buen remate, a lo que se añade buen manejo con los pies y velocidad.

 

Peragón: 1. Se ha echado en falta su velocidad y “ratonería” en el área, a veces propiciada por falta de balones en condiciones y en otras por sus propios errores. Su cifra de goles tampoco le hace subir puntuación.

 

Capi: 1. Quizá Granero tenga más paciencia con él que otros técnicos y los frutos puede que se estén empezando a ver, pero no ha estado al nivel de otras temporadas. El salto de categoría es duro para jugadores como él, que han de mostrar las mismas habilidades con rivales mucho más duros.

 

Pedro: 2. La movilidad, agresividad y “pesadez” en un joven delantero no se recordaba desde los tiempos de Juli. Ha revitalizado la zona ofensiva aportando frescura, nuevas ideas y trabajo de presión hasta la extenuación. Le falta mayor mordiente cara al gol.

 

Miñano, Forte y Del Castillo: sc. No han disputado minutos suficientes para valorar sus aportaciones.

 

La media anecdótica se queda en un discretísimo 1.68. Reflejo de lo que se ha visto en el campo en estas veintiuna jornadas. Ojalá cara a la segunda vuelta la aportación tanto individual como colectiva se vea superada. Será buen síntoma.

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